La colección
Han pasado casi cinco años hasta que de nuevo he podido resucitar esta colección y darle nuevas perspectivas. Una vez más he vuelto a recopilar una serie de objetos aparentemente insignificantes, rescatarlos de su ostracismo en cualquier estantería, cajón o rincón olvidado y darles una nueva forma de vida.
El objeto, su culto y su transformación
Después de escoger el objeto por una fascinación personal hacia sus formas, por su magnetismo ilusorio o, tal vez, por la posible historia real o imaginaria que se esconda detrás de él, es cuando de una manera atrevida lo catalogo como “de culto”. Pero aquí no acaba todo, contextualizar sus formas, colores, texturas y la historia de la que fue protagonista en un nuevo escenario, resulta de vital importancia para definir este trabajo. En este nuevo enclave, el aspecto gráfico y visual donde queda atrapado ayuda al espectador a que se acerque a su parte narrativa y conceptual. De esa manera, la obra en su conjunto, queda definitivamente abrazada por la estética.
Y como siempre el individuo, el creador, el observador, el consumidor, decide en lo que desea creer…